martes, 17 de agosto de 2010

Diferencia.

Y calló la primera hoja, él miraba por la ventana mientras llovía. Hablaba en voz baja, marcando su aliento en el cristal sin percatarse. Acomodada en mi sillón viejo de cuero marrón chocolate, leía mi libro favorito, aquel de relatos fantásticos que siempre acostumbraba a leer cuando él estaba. Le miré de reojo, no sabía que decir. Sonreía de nuevo aunque de nuevo, yo no sabía la causa.

-Se acerca los vientos del invierno.¿No estás contenta? -me dirigió una leve mirada y volvió a observar al jardín húmedo por la lluvia.
- No me gusta el invierno, y lo sabes, prefiero el calor y lo sabes. Así todo es más...frío. -seguía atenta a mi lectura, sin moverme apenas.

Hubo un silencio, incomodo para él pero no para mi, al menos aún no lo era.

-Magui...-hablaba sin apenas mover los labios, empezando a tartamudear- Me...tengo que ir de aquí. -Fred tragó saliva y se dirigió a mí. Cerré mi libro de repente y me levanté del sillón.
-¿Que te vas?¿porqué?¿ahora?No, por favor.
-Los siento, muchísimo...pero no puedo seguir aquí.
-No, no te vayas. No se que te he echo pero prometo cambiarlo todo...-me calló con un beso en la frente, sonriendo entre susurros-
-No, no es por ti...son...cosas personales...Prometo volver,¿vale? -me abrazó-
-¿Cuando? -susurré, sin levantar la voz-
-Volveré en la primera lluvia de verano...aunque tardaré un día pero...volveré a verte...¿De acuerdo?

Asentí y nos abrazamos de nuevo. Hoy...llueve. Jared no correspondía a mis actos. Me revolcaba por el césped de alegría y ni yo misma me lo creí. Me mojé la ropa limpia y no daba credito a mis palabras. Por fin veré a Fred, mi Fred. Después de casi meses.

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